El curso escolar 2022-2023 comienza marcado por una nueva Ley de Educación, una grave situación social provocada por la crisis económica y los efectos aún recientes de la pandemia.
FSIE Andalucía, sindicato que representa a más del 49% de los profesionales de los centros concertados andaluces manifiesta su preocupación por el desarrollo del curso escolar que ahora empieza, ya que los docentes deberán poner en marcha, sin formación alguna para ello, otra Ley educativa más, con la que no se sienten implicados y dudan que solucione ninguno de los problemas de la Educación en Andalucía. Al mismo tiempo han de asumir los daños causados por la pandemia de COVID-19 sin los recursos adecuados para ello.
Los profesionales, docentes y no docentes, de los centros concertados andaluces soportan, además, un año más, la cruda realidad de que nunca llega, gobierne quien gobierne, la ansiada mejora de sus condiciones laborales y salariales, que avance en la equiparación con sus compañeros de los centros públicos. La realidad a día de hoy sigue siendo que prestamos un servicio educativo esencial TRABAJANDO MÁS Y COBRANDO MENOS y todavía no hemos logrado que el gobierno del “cambio” se siente a eliminar esta injusta discriminación, a la par que la que sufren las familias andaluzas que eligen para sus hijos un centro concertado, en el que ven limitados sus derechos respecto a los que tienen en un centro público.
Por ello, incansablemente, FSIE ANDALUCÍA INSTA al Gobierno con mayoría absoluta del PP, en este comienzo del curso 2022-2023, a cumplir TODOS Y CADA UNO DE LOS COMPROMISOS ADQUIRIDOS con los trabajadores de los centros concertados y se negocie un GRAN ACUERDO con el sector de la enseñanza concertada que contemple: la actualización de la equiparación salarial de los docentes de los centros concertados con sus compañeros de los centros públicos (con la inclusión de conceptos como los sexenios/carrera profesional, complementos de cargo…etc.), el abono prometido de la deuda salarial pendiente (PEA y cantidades de la Paga Extra de 2012), la creación de un Complemento Autonómico para el Personal Complementario y de Administración y Servicios de los centros concertados, la reducción de carga lectiva, el aumento y extensión a todos los niveles de las horas de Orientación educativa, una acuerdo de Recolocación para el personal afectado por pérdida de unidades, la adecuación de la ratio a la realidad demográfica actual…etc. Es igualmente necesaria y urgente la prometida y no cumplida concertación del Bachillerato, para mejorar y salvaguardar las condiciones laborales de los docentes que desarrollan su labor en este nivel educativo, ya que verán peligrar sus puestos de trabajo con la grave crisis económica que se avecina y convertirá en inviable el acceso de las familias a este nivel educativo, si no es concertado.