
Con motivo del Día Internacional contra el Acoso Escolar, desde nuestra organización sindical queremos alzar la voz, una vez más, en defensa de una educación libre de violencia, donde el respeto y la convivencia sean los pilares fundamentales del día a día en las aulas.
El acoso escolar, en cualquiera de sus formas —física, verbal, psicológica o a través de las redes sociales—, sigue afectando a miles de estudiantes en nuestro país. Su impacto no solo se limita al ámbito académico, sino que deja una huella profunda en la autoestima, el bienestar emocional y el desarrollo personal del alumnado.
Como sindicato representativo del profesorado de la enseñanza concertada y privada, creemos firmemente que es responsabilidad de toda la comunidad educativa actuar de forma proactiva y coordinada para prevenir y erradicar esta lacra. Para ello, es imprescindible dotar a los centros de los recursos humanos y materiales necesarios, así como formar adecuadamente al personal docente y no docente en la detección precoz y la intervención eficaz ante situaciones de acoso.
También consideramos clave fomentar un clima escolar inclusivo, donde cada estudiante se sienta valorado y seguro. La educación en valores, el acompañamiento emocional y la promoción de la empatía son herramientas fundamentales para construir centros educativos donde nadie se sienta solo ni señalado.
Hoy, 2 de mayo, no es un día más en el calendario: es una llamada a la reflexión y a la acción. Desde nuestra organización reafirmamos nuestro compromiso con una educación donde el miedo no tenga cabida, y donde el respeto y la dignidad de cada alumno estén siempre en el centro.